Crónica de una Redada Anunciada

Después de contarla más veces en una semana que la historia del pico del Isio en décadas y, ante las peticiones de gente como Vatios, me dispongo a relatar mi versión de los hechos acaecidos en el garito de nueva apertura llamado "El Personal" el sábado pasado. Para todo aquel que no lo sepa, está situado 20 metros más arriba de la Cantina Mariachi esa mexicana y unos 150 metros más abajo de un piso que alquilamos unas Navidades, el último piso que alquilamos para ser exactos.


NOTA: todas las situaciones y conversaciones pueden estar exageradas, más o menos, como la famosa botella de cava del Nef, pero todas y cada una de ellas son verídicas.


Todo comenzó una tarde de sábado típica de guiñote en el mencionado garito, hasta que Putiferio decidió organizar una cena de esas de las suyas de hacer el cuadro: un minuto antes llamando a todo el mundo. Por lo que solo acudimos 6 personas, véase: Putiferio, esposa de Putiferio, Don José, chavalito simpático, Maikel Naich y servidor.

Ante esta situación la esposa de Don Manué, o hija del Araña, pensó en voz alta:

- Joder vaya mierda, me toca ir a mi sola con todos estos guarros, si lo llego a saber me quedo en mi casa y le digo a Fuegor que si quiere salir se busque a otra que le deje.

Teoto puso caritas, los demás nos partimos el ojaldre y seguimos p'alante. Después de buscar varios garitos de jodimiento y mamamiento (porque, por supuesto Putiferio montó el jaleo pero no reservó) con Donjo yendo de aquí para allá con su moto de 49, acabamos cenando en el bareto denominado "El esposo de la Cristina" o, en su defecto "El buen colega". Por supuesto nos pusimos como cerdos, comentamos alguna que otra parida, pagamos lo que tocaba y nos dirigimos a la inauguración del susodicho garito.

Una vez allí y después de pedir las bebidas alcohohohoholicas correspondientes, nos sentamos en una mesa frente a la puerta, pegada a la pared. Y acto seguido apareció un moro con rosas, ocurriendo la siguiente escena:

- Moro: ¿Rosa?
- Perry: No.
- Moro: ¿Rosa?
- Judas: el novio es él - señalando a putiferio con el dedo más cerca de su cara que el del Carlos señalando al de las 500 pelas.
- Moro (cara de felicidad y mirando a Putista): ¿Rosa?
- Teoto: No.
- Moro (sonrisica): ¿Rosa? - y la deja en la mesa.
- Cipote: Vamos a ver pordiosero, si cuando invito a mis colegas les invito a quinticos, ¿tú crees que te voy a comprar una rosa?. ¡Eso no lo cuentes por ahí!
- Moro (pilla la rosa y se dirige a la hija del Araña): ¿Rosa?
- Mujer de Putiferio: No, yo es que... SOY ALÉRGICA.

El moro puso cara de póker, le cayó una lagrimica, dio medio vuelta y se piró.

Después de partirnos un poco el cacas con lo sucedido, un miembro de la mesa pensó "¿qué no me haré un petardo? bueno no, ahora cuando me acabe el cubata". Y no, no era el Miguelón que no estaba.

Cuando acto seguido alguien dijo "¡coño policías!" y pasaron miles de maderos mirando detalladamente todas las mesas en busca de sustancias estupefacientes. A lo que se oyó un suspiro de alivio en todo el personal de alguien que pensó "menos mal que no he llevado a cabo mi idea o me engatillan en plenas manualidades, ¡de buena me he librado".

Los secretas se pusieron en la puerta y en los baños con walkie-talkies, sin dejar entrar ni salir a nadie, y los uniformados se fueron a hablar con el Quique y el David (a su vez hermanos y dueños del Personal - léase como en el 1, 2 , 3) que ponían caritas como diciendo "¿nosotros? ¿Aquí? ¿Una redada? ¿Aquí? ¿Consumirse sustancias? ¡Eso no lo contéis por ahi!". A lo que bajaron a apagar la música y gritaron ¡TODO EL MUNDO SACAR LA DOCUMENTACIÓN! Momento que aprovechó 'todo el mundo' a guardar sus suplementos vitamínicos en lugares varios como por ejemplo... los calcetines, 1, 2, 3 responda otra vez.

Cuando le tocó el turno a nuestra mesa, llegaron dos picoletos, uno joven y otro de 50 castañas con cara de mala hostia con bigote, que ya se las tuvo un día con JJ, pero eso es otra historia. Sucedió lo siguiente:

- Bigotudo: Sacar todo de los bolsillos.
- Todos: Ahí está.
- Bigotudo: ¿Todo?
- Todos: Que sí pesao.

El joven lleva a cabo un breve e inefectivo cacheo sin hacernos ni levantar de las sillas, además de un miniregistro de las carteras, a la vez que nos apuntaba los nombres en una libreta. El Nef le dijo:

- Nef: Yo no llevo el DNI, que está en el coche.
- Madero joven: Da igual, aunque fueses el camello más importante y peligroso del Universo, como eres tan simpático no pasaría nada, haría la vista gorda.

Como no hubo mucha suerte (para ellos) en la búsqueda, el bigotudo le puso más empeño. Pilló la cartera de Perry y sacó un librillo de papel, se le iluminó la mirada y dijo:

- Bigotudo: ¿Aquí tienes algo?
- Perry: Ahí no.
- Bigotudo: ¿Y donde lo tienes?
- Varejado: Ahí no.

Visto que su gran interrogatorio con foco y pegamento para los párpados como en "La naranja mecánica" no había surtido efecto, empezó a rebuscar en la cartera con ahínco por todos los rincones sin ningún resultado y tirando todo el contenido de la cartera por el suelo, entre lo que apareció... UNA FOTO DEL FALI CON PELO. Al tío se le pusieron los bigotes de punta, pidió perdón y se dio media vuelta con Perry más contento que unas pascuas. Cuando el madero, aún frustrado por su búsqueda fracasada, se percató de un detalle y jugó su último cartucho de encontrar sustancias estupefacientes, volvió otra vez hacia nosotros y dirigiéndose a Puto's wife:

- Bigotudo: Señorita, el bolso.
- Hija del Araña: ¿Lo vuelco?
- Bigotudo: Hombre no hace falta.
- Mujer de Teoto: No, no, que si quieres te lo vuelco, que a mi si que me da igual que no llevo nada... no como éstos.

Mientras todos nos quedamos con carita de escalera de color, el tío terminó el registro también con lagrimilla por no haber encontrado nada. Más tarde, el Naich le decía a un policía con cara de retrasado:

- Naich: ¿Pero esto es legal?
- Empanao: ¿Tú que crees?
- Maconajiu: Pues que no.
- Empanao: Vamos a ver, ¿vosotros os drogáis?
- Tumba: Hoy no.
- Empanao: Pues habéis tenido suerte - Y se piró partiéndose el culo.

A todo esto, el peludo y Adrien Brody llamando por teléfono para saber donde estábamos y atascados en la calle del Personal porque la cantidad de coches patrulla impedía el tráfico. Amén de partirse el culo mientras les contábamos la historia.

Una vez se marcharon, el Quique sacó 100 bandejas de 300 chupitos cada una para invitar a la peña y que estuvieran contentos con el garito. Si el tío se hubiese cascado un chupito por mesa como con nosotros, la mona que hubiese pillado hubiese sido de campeonato.

RESULTADO DE LA REDADA:

Estuvieron una hora dando por el culo para enganchar a tres chiquillos con chinicas de hachís y un medio pollo jodiéndoles la noche. Eso sí, a nosotros nos entretuvo y ya tuvimos paridas para horas, días, semanas, meses, años y décadas. Porque del resto de la noche mejor ni hablar, este pueblo está muerto y la juventud se ha vuelto sosa o gilipollas porque ya no sale ni dios... aunque me han comentado que el Puerto Urraco estaba petado, a ver si lo cierran de una puta vez, se termina el postureo y podemos salir a tomar aunque sea una birra por ahí.

Nosotros, por supuesto, al día siguiente volvimos a acabar en el Personal. TO BE CONTINUED...